Narrativa
"Del término latín farina Fino y volátil polvo blanquecino, producto de moler pepitas doradas extraídas del trigo, el cual logra su sinuosa longitud a través del tiempo bañándose de lluvia y luz solar, aferrándose a la tierra produciendo un calmado siseo al dejarse balancear por el viento y rozarse con sus pares en un salvaje campo repleto de varillas de punta de cascabel. Su modesto semblante no demuestra la importancia y su trasfondo de esencialidad que ha adquirido por sus siglos de vinculación con el ser humano. Nació de las rústicas artes del mortero y la azada y en unos pocos siglos motivo el baile del molino que se alimentó de ríos y de vientos así como el tiempo reemplazó el brazo con el lomo de la bestia. Luego el metal hizo del molino industria y zurco la tierra con arado de múltiples discos. Y estas energías titánicas se pusieron en marcha para alimentar las bocas y unir las mesas, con lo cual la gente dio al trigo larga vida a través de los lustros a pesar de su fragilidad y en favor de su antiguo regalo que permaneció inmutable. La harina como alimento ha permitido la vida en sí, aún hoy se exhibe en múltiples formas, tamaños, olores, colores y texturas como requisito en hogares, tiendas pequeñas, tiendas grandes y restaurantes presente en panes, pastas, cereales, galletas, salsas, sopas, tortas... Jugar con ella es un goce familiar, un momento de congregación, el conocimiento ancestral se transmite mediante la exploración y observación de sus cambios: se esparce, se aglutina, se cae, se amasa, se forma y se transforma, se fermenta, crece, se construye, cada producto hijo de la harina forma entre cocción y cocción huellas y estructuras únicas e irrepetibles. Redes de celdas de aire y sabor, forman el substrato para alojar los más variados sabores y texturas. Adopta la sal del océano, el dulce del panal y la intoxicante esencia de las especias para hacerse alimento de todas las horas, para la más sencilla y las celebraciones fastuosas. Y por estos recorridos ha sido bautizada, según los ingredientes que la acompaña y los significados que guarda, desde el sustento hasta la comunión divina. Sobre como usarla siempre hay más que aprender, y aprender hemos hecho, heredando he inventando las formas de disfrutarla, ahora con todo el globo. La cocina se ha vuelto laboratorio de puertas abiertas en donde nuestro elemento de base
universal es la harina y sobre ella fermentamos, disolvemos, mezclamos ahora homogéneo después heterogéneo, la sometemos a temperaturas extremas y finalmente probamos. Facilita momentos de encuentros, de miradas provocadoras, de disfrute y degustación, intercambios de sonidos; humm, mmmmm, yommm. Rivalidades y pruebas de agilidad ¿quien se quedara con la última pieza?"